martes, 5 de abril de 2011

De celos y cojones...




Perfectos, atrayentes, promotor de locura y bajones de ego… Celos.




¿Quién no los ha sentido?
Con diferentes personas o ganas irreverentes de matar a alguien –así de perfecto-,
comparando y juzgando personas, con actitudes bañadas por la histeria, la ira o la cólera, creando diversos calificativos (donde podemos encontrar una gama de zorra, perra y demás) o simplemente comportándonos infantilmente de manera alocada.
Es a esos comportamientos a donde voy. Un echo causado por los celos, ese acto que no vi pero me contaron.
Porque los celos provocan diversas actitudes como besar a otro chico del cual no sabes ni el nombre o rajar largo y tendido de esa chica que no conoces, aunque quizás los infantiles celos te hagan llegar más lejos: como acostándote con un chico (olvidando de protegerte porque te tomaste la borrachera del siglo) o tocarle los huevos a alguien, luego de que media fiesta te viera el calzón y tú ni cuenta porque estabas en tu mundo perfecto de pajaritos y colores causado por unos dichosos traguitos de más.
Sucedió hace pocos días; era una fiesta – de esas en las que abundan tragos, bocaditos y que tiene un momento de éxtasis llamado “hora loca”–, éramos un singular grupo de
perro, gato (o gata) y pericote, que ni a la veintena llegábamos expandidos por un amplio jardín. Los bocaditos y tragos iban y venían – estos últimos causando estragos en varias chicas, que como mi amiga dijo “sólo les falta bajarse el cierre”–, mientras que nosotras, tres señoritas literalmente sanas, observábamos todo desde un ángulo privilegiado, viendo como la ex de un amigo pedía una habitación a gritos (en sentido figurado) o como un chico guapo besaba y metía mano a una chica de cabellos cortos.
Si señoritas eso pronto se convertiría en Sodoma y Gomorra, mas no nos equivocamos porque comenzada la “hora loca” la gran mayoría había perdido los papeles desenvolviéndose como nunca lo harían (saltando, bailando, tirándose al suelo, yendo hasta abajo, frotándose y aceptémoslo metiendo mano). No es que me escandalice por actos así, pero luego de la huída de unas mis amigas, el ambiente subía un tono más pudiendo ver hasta un “sándwich” y los calzones de la ex novia del cumpleañero, porque a veces el utilizar falda es traicionero mas cuando decides ir hasta abajo.
Los ánimos seguían subiendo mientras que con mi amiga llamábamos taxi porque no queríamos formar parte de la orgi-fiesta privada que se estaba comenzando ha armar, así llegó el momento de las despedida (sólo del cumpleañero, no les iba a joder el ambiente tan sexoso que tenían los demás). Besito por aquí otro por allá, un gracias por venir, cuídate y te veo pronto, una sonrisita boba y todos felices.
Bueno ni tan felices, se preguntaran por qué: pues nuestra querida ex novia mientras yo me despedía calurosamente había metido mano por entre sus piernas para luego tocar la zona masculina del cumpleañero, tocándole sus dos preciadas pelotas. ¡El final de lujo!, claro que yo un poquito decepcionada por no haberlo visto y mi amiga atorada por la risa diciendo “lo que hacen los celos”…
Y ahora las últimas interrogantes: ¿habrán terminado en la cama (o en la piscina)?, ¿hubo orgía?

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Hot Sonakshi Sinha, Car Price in India