Lee
aquí la primera parte
Una
ley irlandesa del año 697 prohíbe que las mujeres sean militares,
lo que da a entender que, antes de ese año, las mujeres fueron
militares. Los pueblos que en distintos momentos de la historia han
tenido mujeres soldado son, entre otros, los árabes, los bereberes,
los kurdos, los rajputas, los chinos, los filipinos, los maoríes,
los papúas, los aborígenes australianos y los micronesios, así
como los indios americanos.
Hay
una rica flora de leyendas sobre las temibles guerreras de la Grecia
antigua: historias que hablan de mujeres que, desde su más tierna
infancia, fueron entrenadas en el arte de la guerra y el manejo de
las armas, asú como adiestradas para soportar toda clase de
sufrimientos físicos. Vivían separadas de los hombres y fueron a la
guerra consus propios regimientos. Los relatos contienen a menudo
pasajes en los que insinúa que vencieron a los hombres en el camo de
batalla. Las amazonas son mencionadas en la literatura griega en
obras como la Ilíada de Homero, escrita más de setecientos
años antes de Cristo.
También
fueron los griegos los que acuñaron el término amazona.
La palabra significa literalmente “sin pecho” porque, con el
objetivo de que a las mujeres les resultara más fácil tensar el
arco, les quitaban el pecho derecho. Aunque parece ser que dos de los
médicos griegos más importantes de la historia, Hipócrates y
Galeno, estaban de acuerdo en que ese tipo de operación aumentaba la
capacidad de usar armas, resultaba dudoso que, en efecto, se les
practicara. La palabra encierra una duda lingüística implícita,
pues no queda del todo claro que el prefijo “a” de “amazona”
signifique en realidad “sin”; incluso se ha llegado a sugerir que
su verdadero significado sea el opuesto: que una amazona fuera una
mujer con pechos particularmente grandes. Tampoco existe en ningún
museo ni un solo ejemplo de imagen, amuleto o estatua que represente
a una mujer sin el pecho derecho, cosa que, en el caso de que la
leyenda sobre la extirpación del pecho hubiese sido cierta, debería
haber sido un motivo más que frecuente de representación artística.
Tomada de Google Imágenes |
Larsson,
Stieg. (2007). Introducción a la segunda parte de La reina en el
palacio de las corrientes de aire (pp.231-232). Barcelo, Ediciones
Destino.
1 Calzones:
Felicitaciones AP amii e luciste con el articulo y lo encuentro particularmente enriquecedor. Me gusta saber que hubo mujeres guerreras desde el principio de los tiempos y que aunque los medios y hollywood digan lo contrario, siepre hemos sido dignas adversarias en cualquier batalla...
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